jueves, 26 de septiembre de 2013

"me la suda a unos niveles tan grandes que me asusta"

Está bien. No es que realmente me importe, ¿o sí? Que más da, no es que sea con el objetivo de herirme ni tampoco es algo que me duela realmente. Pero no puedo evitar sentirme decepcionada, o tal vez cansada. Sí, eso es, cansada. Podrías tener un poco de tacto, ¿no crees?
Cierto es que ya me he acostumbrado a este tipo de trato. Bastantes veces, sea directo o indirecto, ya sé perfectamente lo que se siente y poco a poco me ha dado igual. Entonces no entiendo cuál es realmente el problema.
Supongo que será que ya he llegado al límite y no lo puedo aguantar más. Realmente en ocasiones me siento querida, eso está claro, pero... La mayoría  Otras veces estoy tan jodidamente sola.
No sé qué es lo que pasa conmigo y con la especie humana. Me cuesta tanto relacionarme o agradarle a alguien que me asusta. Al final obviamente acabo deduciendo que lo mejor para no fastidiarla tanto es simplemente separarme de la gente y tratar de grabar en mi cabeza que estoy bien, que solo necesito a dos o tres personas de mi lado y ya, aunque eventualmente las acabe perdiendo. Sin embargo, creo que ya no puedo intentar ser como una piedra por mucho más tiempo. Pronto me voy a acabar derrumbando  y no sé lo que va a pasar después de eso. Me gustaría acostarme un día y tener un sueño bonito (como por ejemplo el de ayer, pero eso es otra historia). Y no volver a despertar jamás. Me gustaría dejar de tener tantas cosas por las que preocuparme, dejar de querer, dejar de sentir. Nada aquí es para mí y yo no tengo ninguna cosa que hacer por este mundo. 
Es una vida malgastada, por eso debería acabarse cuanto antes. Debería de haber sido una mariquita o una hormiga, porque la verdad es que no doy para más. Soy Todo esto es un error. 

martes, 24 de septiembre de 2013

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Aunque ya haya pasado tiempo, del fuego quedan cenizas. Lo que importó en algún momento, sigue importando si tienes un mechero.
Hay llamas que es mejor no volver a prender, eso es algo básico. Pero los accidentes ocurren, tanto provocados por uno mismo como por otros. Hay llamas que no son tan fáciles de apagar, que necesitan de una extinción rápida si avivan. Hay llamas que queman y matan con su calor.
Y como no, hoy el fuego se volvió a encender. Porque recuerdo todo: los casi tres segundos de angustia, el ascenso, la cabeza baja. Algo dentro de mi ser se retuerce y amenaza con romperme en millones de trozos de carne, solamente con darme de cuenta de algo. Esa despreciable desesperación que se personifica en mi lúgubre rostro, que hace que me distancie mundos de mí misma, que me odie con ganas. Viene acompañada por esa famosa cuestión que no deseo que nadie se plantee en su vida.
Solo se puede elegir una opción: vivir en una espiral de dolor que se hace más larga cuando el reflejo de la cruel realidad gana claridad o bien ceder y ser engañada por la dulce muerte, siempre sonriente, que está muy dispuesta a arrastrarme con sus cálidos brazos hasta el infierno.
Me gustaría tener la posibilidad de despertarme de esta pesadilla que hace eones que empezó y de la cual no recuerdo ya el motivo. No está bien depender del mundo y a la misma vez odiarlo, es incongruente y no me gusta. Pero aunque desee escapar, es imposible hacerlo. Porque mi cabeza ya se ha quemado por completo.

jueves, 19 de septiembre de 2013

blood, guts and chocolate cake

La sangre suele coagular rápidamente. Pero aún así, se derrama un poco, como si fuera una lágrima. Su sabor es bastante desabrido. No es una sorpresa.
Oyes como los gritos inundan tu espacio e intentan avisarte de que algo va mal, pero tampoco prestas demasiada atención. Tus ojos observan una masacre bastante gratuita, por motivos de los que ya ni te acuerdas. Los nervios invaden tu cuerpo y te paralizan. No eres capaz de mirar por mucho más tiempo. Las rodillas comienzan a ceder y caes. Porque ahí, es cuando te das cuenta de las verdaderas consecuencias que tiene una guerra y de que estas no se esfuman tan fácilmente.
El campo de batalla está lleno de cadáveres y de miembros arrancados de sus cuerpos, aquellas pobres piezas de alma que murieron en el mar del horror y de la desesperación, que vieron como sus última esperanza de existencia se desvanecía de la peor manera posible. Ahora solo son alimentos para los bichos, simple materia sin vida que descansa en un suelo tan caliente como el hielo.
Literalmente te arrancas los pelos y aunque la rabia te ciegue intentas pensar de quién es la culpa. No es tan difícil de intuir, ¿verdad? No quieres que esa idea se pase siquiera por tu cabeza, pero es así, no queda más que admitirlo y así haces. Y el mundo se te cae encima.
Por que da igual lo que hagas, van a seguir muriendo. Sabes que lo peor es que con ellos, una pequeña parte de ti también desaparece.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

meses esperando al invierno

Aquí estoy otra vez. No he escrito en bastantes días, lo sé, pero es que tampoco tengo a nadie a muchas personas que esperan por mis entradas. Pues nada, lo que ha acontecido estos días simplemente se resume a que salí de una mierda para meterme en otra.
Quizá hace un año me encontraba en la desesperación por salir de ahí, de escapar. Realmente, nunca me planteé los problemas que podría tener. Soy realmente gilipollas retrasada  estúpida despistada, de verdad.
¿Cómo cojones no se puede tener en cuenta que tengo problemas para relacionarme con los demás, más específicamente, para acercarme a las personas, y meterme en un sitio en donde no conozco a (casi) nadie?
Muy bien, premio para mí. Probablemente eres la persona más jodidamente impulsiva y tonta por llevar a cabo semejante decisión adelante. Ahora simplemente vas a pasarte unos dos años deseando sacarte toda la sangre que hay en tu cuerpo y morir lenta y dolorosamente.
Porque si antes muchos no me veían, ahora soy invisible. Si pocas personas me consideraban importante antes, ahora es que mi existencia es inviable. Si antes era lúgubre hasta la médula, ahora vivo estando muerta. Si antes no estaba satisfecha, ahora encima tengo el remordimiento de que yo misma he cavado mi propia tumba.
Este problema no responsabilidad de los demás , es cosa mía. Se supone que debería ser capaz de hablar con alguien, pero me es imposible, no lo hago por fastidiar. Mis dotes de conversación se deterioraron allá hará dos años, cuando deje de conocer gente. Así que no tengo más remedio que aguantarme y tener aitocompasión  autocompasión (lo cual es bastante triste).
Pero bueno, no es nada por lo que no haya pasado. Al fin y al cabo, hay maneras de contrarrestar la soledad.

sábado, 7 de septiembre de 2013

hpns

Creo que por primera vez en muchos días no me siento mal. No estoy segura de cuál es el motivo pero supongo que he estado pensando en otras cosas, en nuevas posibilidades que podrían darle un ritmo más acelerado a mi vida. También reflexioné un poco: ¿Por qué me odio tanto? ¿Tengo algún motivo en concreto? Nunca me había llegado a plantear seriamente esas preguntas. Es cierto que hago cosas estúpidas y que me suelo avergonzar de lo que digo/hago, pero en teoría eso no es una motivación para tener un deseo tan grande de autodestrucción como el mío. Imagino que todo esto viene a ser resultado de los acontecimientos que se han sucedido desde hace cuatro años hasta ahora, aunque no me lo llego a creer del todo. Ciertamente en la mayoría de situaciones con las que he lidiado en ese tiempo ha predominado el rechazo y la culpa (posteriormente). Sin embargo, muchas personas (por no decir todas) han experimentado momentos así. Entonces, ¿por qué es así conmigo? No entiendo la razón de que me afecte de esta manera. En ese caso, se reduce simplemente a que soy débil. Y nada más.
Lo que debería hacer es tratar de averiguar cómo puedo quererme a mí misma y aprender a ser feliz y todas esas polladas. Debería, no obstante, paso pooorque:

miércoles, 4 de septiembre de 2013

alalalallalalalallalaemoalalalalalalalala

Pues hoy por fin salí de mi cueva. Desearía no haberlo hecho.
Solo ha servido para deprimirme y para no querer ir a la calle otra vez hasta que pase un tiempo.
Lo primero que se piensa es que hay algo erróneo con los demás, ¿no? Me desespero al ver como la gente de mi alrededor ni siquiera puede sentir mi presencia. Luego lo medito mejor y me doy cuenta de que la única persona que tiene problemas socializándome de mi entorno soy yo.
Entonces, la cosa va conmigo. Soy la que sobra. No puedo hacer nada aunque quiera, nunca consigo agradar a nadie y si lo hago siempre acabo fastidiando todo. Desconozco si es que tengo que cambiar o si morirme o vete tú a saber. Estoy segura de que si la yo de hace unos años se encontrara conmigo me daría una buena paliza por retrasada mental. Y bien que me la merezco.
Ahora no soy ni media sombra de lo que era entonces y eso que era más joven. Muy triste todo.
Quiero pensar que lo que me pasa en este momento es una cosa pasajera de la edad, que todo va a ser mejor, que yo seré mejor. No obstante, se hace bastante difícil. Soy incapaz de imaginarme en un trabajo o con una familia. Carezco de metas y de objetivos, respiro sin finalidad.
Y es que se me han quitado las ganas de vivir (así).

martes, 3 de septiembre de 2013

muro

De todas las cosas que me frustran hay una que de verdad me hierve la sangre. En la infinita lista de cosas que no se hacer bien, la que más puñetera resulta es la siguiente: No saber expresarme. 
Aparte de que dibujo de manera pésima, escribo aún peor y ya ni hablar sobre lo que está relacionado con la música, hay otro factor, pues ni siquiera sé como me siento.
Es extraño ya que parece que mi yo de verdad estuviera perdido entre el abismo de mi mente, sin realizar ninguna interacción con nada. Simplemente observo sin mirar y oigo sin escuchar. Así el tiempo pasa rápido ante mí, se me escapa. Y no puedo vivir así, con un escudo que más que protegerme me destruye.
No sé qué clase de persona soy, no me conozco. No sé si soy buena o mala, si estoy cuerda o loca o si soy una idiota. Lo único que sé es que lo mejor para mí sería dejar de existir, porque no estoy aprovechando mi vida y es una auténtica tortura tener que ver como esta se escurre entre mis dedos. Si tan solo pudiera cederle mi cuerpo a otra alma que no tiene esta oportunidad que yo estoy malgastando...
Realmente todo sería mucho más fácil.

lunes, 2 de septiembre de 2013

:D

La verdad es que no tengo nada sobre lo que escribir hoy, porque simplemente no siento nada. Como la mayoría de los días, todo ha sido incoloro y sin ningún sobresalto. Pero de todas maneras, siempre hay algo que pasa, por insignificante que sea, y que hace mis días algo más emocionantes.
Pues hoy no, no ha pasado ABSOLUTAMENTE NADA. Así que lo único que puedo hacer es tumbarme en la cama, lamentar lo patética que es mi vida y llorar. O reír, no se que opción es mejor.
Siento hacerte perder el tiempo.