miércoles, 18 de septiembre de 2013

meses esperando al invierno

Aquí estoy otra vez. No he escrito en bastantes días, lo sé, pero es que tampoco tengo a nadie a muchas personas que esperan por mis entradas. Pues nada, lo que ha acontecido estos días simplemente se resume a que salí de una mierda para meterme en otra.
Quizá hace un año me encontraba en la desesperación por salir de ahí, de escapar. Realmente, nunca me planteé los problemas que podría tener. Soy realmente gilipollas retrasada  estúpida despistada, de verdad.
¿Cómo cojones no se puede tener en cuenta que tengo problemas para relacionarme con los demás, más específicamente, para acercarme a las personas, y meterme en un sitio en donde no conozco a (casi) nadie?
Muy bien, premio para mí. Probablemente eres la persona más jodidamente impulsiva y tonta por llevar a cabo semejante decisión adelante. Ahora simplemente vas a pasarte unos dos años deseando sacarte toda la sangre que hay en tu cuerpo y morir lenta y dolorosamente.
Porque si antes muchos no me veían, ahora soy invisible. Si pocas personas me consideraban importante antes, ahora es que mi existencia es inviable. Si antes era lúgubre hasta la médula, ahora vivo estando muerta. Si antes no estaba satisfecha, ahora encima tengo el remordimiento de que yo misma he cavado mi propia tumba.
Este problema no responsabilidad de los demás , es cosa mía. Se supone que debería ser capaz de hablar con alguien, pero me es imposible, no lo hago por fastidiar. Mis dotes de conversación se deterioraron allá hará dos años, cuando deje de conocer gente. Así que no tengo más remedio que aguantarme y tener aitocompasión  autocompasión (lo cual es bastante triste).
Pero bueno, no es nada por lo que no haya pasado. Al fin y al cabo, hay maneras de contrarrestar la soledad.

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