Pese a todos los enemigos que parece que tenemos, solo hay un único y es aquel que nos va atacando lentamente sin que nos demos cuenta. Ese gran enemigo es bien conocido: El tiempo.
Al principio parece que nos trae grandes cosas. Y lo hace, al principio es amable con nosotros. Pero poco a poco, su carácter va cambiando y comienza a ser cruel.
Nos arrebata a aquellos a los que amamos, sea matándolos o alejándolos de nuestro lado. Nos arrebata nuestra juventud, la oportunidad de volver a vivir los momentos, alguna forma de borrar los errores. Acaba con todo tipo de relaciones, buenas o malas, hasta que las acabamos olvidando por completo. Destruye nuestros sueños, nuestras ilusiones, nunca perduran para siempre.
Nos arrebata todo eso hasta que poco a poco, acaba arrebatándonos la vida.
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